«Un abismo de violencia en Paraguay: la búsqueda secreta de delincuentes se convirtió en lacesión de vida para un anciano»

En el corazón de Paraguay, un territorio rodeado de ancho río y vastas extensiones agrícolas, se encontraba la guarida perfecta para el exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, alias El Comandante H. Según el investigador y criminólogo paraguayo Juan A. Martens, esta ubicación estratégica permitió a Bermúdez instalarse en secreto y sin ser detectado, al menos hasta septiembre pasado.

La falta de un sistema de radares efectivos y la relativa laxitud en los controles fronterizos con Brasil, país con el que comparten una extensa frontera, facilitaron la entrada irregular de Bermúdez a Paraguay. La cercanía a centros de producción de drogas y la presencia de facciones del narcotráfico aliadas también jugó un papel importante en la elección de este país como refugio.

La Barredora, el grupo criminal al que se supone es líder Bermúdez, tiene vínculos estrechos con el Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los más poderosos y mejor organizados del tráfico de drogas en el mundo. La participación de Bermúdez en este grupo ha generado inquietud no solo en México, sino también en Paraguay, país que se ha convertido en un importante destino para la producción y distribución de estupefacientes.

La operación criminal que Bermúdez dirigió desde su base paraguaya fue notable por su sofisticación y brutalidad. Se cree que el grupo liderado por él fue responsable de una oleada de violencia y homicidios en Tabasco, lo que generó un clima de inseguridad y temor entre la población.

La instalación de Bermúdez en Paraguay no pasó desapercibida para los agentes del orden. Según Martens, expertos en el tema han detectado señales de su presencia en diferentes partes del país, aunque sin poder precisar dónde exactamente se encontraba escondido.

La cooperación entre las autoridades paraguayas y mexicanas ha sido fundamental para seguir los pasos de Bermúdez y tratar de desmantelar su organización criminal. A pesar de que Paraguay no tiene la misma tradición en materia de lucha contra el crimen organizado que otros países, se han tomado medidas importantes para fortalecer sus estructuras de seguridad y cooperar con otras naciones en la lucha contra el narcotráfico.

La captura de Bermúdez, aunque aún no ha sido lograda, es considerada un objetivo prioritario por las autoridades mexicanas. La operación criminal que dirigió desde Paraguay ha causado un daño significativo a la sociedad tabasqueña y es necesario detenerlo para restablecer la seguridad en la región.

En este sentido, la lucha contra el crimen organizado no solo es una tarea de las autoridades, sino también de la sociedad civil. Es importante que los ciudadanos se involucren en la denuncia de actividades ilícitas y apoyen a las instituciones encargadas de mantener la seguridad y justicia.

La captura de Bermúdez y la desarticulación de su organización criminal no solo sería un golpe significativo contra el narcotráfico, sino también una victoria para la sociedad que ha sido afectada por sus acciones.