El negocio sucio del vapeo: 20 mil millones de pesos se esfuman en la oscuridad

En el mundo oculto de las drogas ilícitas, hay un negocio en constante crecimiento que ha logrado escapar a la atención pública: el mercado ilegal de tabaco y vapeadores. Según un reciente informe presentado por la organización Defensorxs, este sector está controlado por siete poderosos cárteles criminales que generan ganancias anuales entre 15 y 20 mil millones de pesos. A esto se suma el lucrativo negocio de la extorsión, que permite a estos grupos delictivos aumentar aún más sus ingresos.

Lo sorprendente es que esta actividad ilegal se desarrolla en paralelo con la industria formal del tabaco, y ni siquiera las autoridades parecen tener una estrategia clara para combatirla. De hecho, el uso de vapeadores -una forma de consumo de nicotina prohibida constitucionalmente- ha sido especialmente difícil de controlar. La falta de metodologías claras y eficaces para enfrentar este tipo de actividades ilícitas ha permitido que los cárteles criminales se fortalezcan y sigan operando con impunidad.

Según el estudio «Humo, vapeo y poder: El nuevo negocio del crimen organizado», las empresas que producen y comercializan tabaco y vapeadores han sido atraídas por la codiciosa ganancia de este mercado ilícito. Algunas de estas empresas están directamente involucradas en el tráfico ilegal, mientras que otras parecen ser conscientes de la actividad ilegal pero no toman medidas para impedirla.

La falta de regulación y control en este sector ha permitido que los cárteles criminales se apoderen del mercado. Los vapeadores, en particular, han vuelto a ser una moda popular entre los jóvenes y los adultos, lo que ha llevado a un aumento significativo en la demanda ilegal de estos productos. Sin embargo, la mayoría de las veces, los vapeadores no contienen nicotina y pueden ser peligrosos para la salud.

La extorsión es otro aspecto importante del negocio ilícito del tabaco y los vapeadores. Los cárteles criminales exigen pagos a los comerciantes y productores de estos productos para proteger sus operaciones. Esto ha llevado a una cultura de miedo y silencio, donde las víctimas temen reportar la extorsión por fear of retribution.

La lucha contra el crimen organizado en este sector es especialmente complicada debido a la falta de información y la ausencia de metodologías claras para combatir la actividad ilegal. Las autoridades necesitan desarrollar estrategias efectivas para contrarrestar el poder de los cárteles criminales y proteger a las víctimas.

En conclusión, el mercado ilícito del tabaco y los vapeadores es un problema complejo que requiere una respuesta coordinada y efectiva. Es importante reconocer la gravedad de esta situación y trabajar para crear un entorno más seguro y saludable para los ciudadanos. Solo entonces podemos esperar tener éxito en nuestra lucha contra el crimen organizado y proteger a las personas de este negocio ilícito.